Debutará en el Palau de la Música Catalana el 22 de noviembre.
No son pocos los franceses que han perdido el metro y han llegado tarde al trabajo porque se han quedado atrapados en la voz fascinante de este inglés nacido en uno de los barrios más humildes y conflictivos de Londres. Él creció leyendo poemas de William Blake y de T. S. Eliot, pero lo que le cambió la vida fue el teclado que le compró su hermano mayor y el descubrimiento de una serie de músicos que van de Erik Satie a Antony & The Johnsons. "Increíble", "Un nuevo talento musical extraordinario", "Una obra maestra"... Palabras como estas han utilizado los críticos musicales de los principales periódicos y revistas para describir su primer EP, Cornerstone, o su primer largo, At Least for Now, ganador del prestigioso Mercury Prize al mejor álbum de 2015. Se trata de un éxito sorprendente para un debut discográfico, y más si tenemos en cuenta que es el resultado de la autoeducación musical de un artista británico que ha vivido en la calle durante largas temporadas.
La voz conmovedora de Benjamin Clementine cuenta historias de amor y pérdida, de esperanza y desesperación, en unas canciones llenas de lirismo que interpreta al piano, a menudo descalzo. Son sus vivencias personales pero, a la vez, son también las de tantos espectadores que se identifican y se conmueven con el talento extraordinario de uno de los músicos más singulares de los últimos tiempos.
Tras la obligada cancelación en el Grec Festival de Barcelona con el aforo completo por motivos de fuerza mayor, el artista debutará por fin en Barcelona el martes, 22 de noviembre, además en el incomparable Palau de la Música Catalana: promete ser una velada de emociones a flor de piel.